Tus manos, calientes de fiebre,
abrazan mis manos heladas.
Tus dedos recogen mis dedos.
Tu voz recrimina mis pasos.
No sé si mueres.
No sé si hablas.
No sé si estás
aún recodándome.
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Del poemario "Mamá en su ocaso"
Una muestra de mi obra literaria