Les ha puesto golosinas
a los niños regordetes
en una tienda que mira
a los toros tras la nieve.
Nunca se vendieron tantos
caramelos a buen precio
como ahora los vende
nuestra doña Filomena.
Pintada como una puerta
que invita a la tienda
va metiendo en las bolsas
nubes de azúcar y leche.
Seguro que nos endulza
la vida mientras le llenan
el bolsillo con los euros
los niños de la escuela.
a los niños regordetes
en una tienda que mira
a los toros tras la nieve.
Nunca se vendieron tantos
caramelos a buen precio
como ahora los vende
nuestra doña Filomena.
Pintada como una puerta
que invita a la tienda
va metiendo en las bolsas
nubes de azúcar y leche.
Seguro que nos endulza
la vida mientras le llenan
el bolsillo con los euros
los niños de la escuela.