Mamá ha cumplido 82
en una fiesta de tarta de nata
y consuegros de un joven yerno.
No faltó una prima ni quedó
sin venir la amiga de sus penas.
Sopló en una vela ocho décadas
y casi nos incendia la moqueta
con una chispa responsable del fuego
en el mantel bordado pro sus dedos.
Feliz cumpleaños te decimos.
Feliz cumpleaños te tenemos.
Los aplausos se suman a la ira
del vecino que no está por la fiesta.
Canciones y golpes en la puerta,
las risas y las voces y un deseo:
seguir cada 20 de diciembre
cortando una tarta nata y fresa.
Feliz cumpleaños te tendremos.
Feliz cumpleaños te diremos.
Mamá se mira en mi espejo
de mujer diva con cincuenta
y piensa que ha construido la historia
soñando en mi yo este presente.