No podías vivir sin mis labios
pintados de rosa princesa.
Echabas de menos mi aroma
en la cama que llenaba mi cuerpo.
No podía vivir sin tenerte
atrapado en mis redes tejidas
con las uñas que afilaban los elos.
No podíamos apagar las llamas.
No pudimos prohibirnos querernos.
No podremos seguir apartados.
No queremos se Adán y Eva.
---------------