El hijo se le sube
a las lámparas del salón
cuando los treinta
le ponen luz.
Caen los gritos
entre los vidrios,
llueven las lágrimas
cristal fundido.
El niño loco,
mal el marido,
ella haciendo
un sacrificio,
el otro hijo
lejos del nido
junto a la novia
que los olvida.
Resiste y aguanta
y se calla aguantando
hasta que un susurro,
suyo, dice: no vuelvas más.
----------------------
PON UNA JOYA
EN TU VIDA
con la cara
de quien amas
Estamos en