La niña y su mirada
de espejo asimétrico:
una infancia, un adiós
que asoma la adolescencia
en su cara aún de niña.
No sabe qué es crecer
porque aún no ha sufrido
decepciones en su vida.
No sabe qué es llorar
porque aún no ha llorado
por las cosas que importan.
No sabe qué no sabe
lo que no sabe aún
mientras juega a crecer.