¿Para qué pensar en una incógnita
si hemos llegado a la respuesta?
El pasado ha quedado en el puerto.
El presente es el barco que navega.
Voy con mis remos remando
las aguas quietas del océano.
Las olas están dormidas
en una playa desierta.
Vienen las noches cubriendo
con su manto el horizonte.
Marchan las noches y llegan
las mañanas luminosas.
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