1
Mirar el futuro te da miedo
y piensas más en la infancia,
la época feliz que no viviste
sabiendo que estabas siendo
una niña feliz y afortunada.
Cierra el libro que leíste
y abre el libro del mañana:
serás la mejor protagonista
de la nueva novela comprada.
¿No quieres creer la dicha?
Sé valiente y prueba algo
que recuerde los triunfos
y te aleje del fracaso.
2
Tú puedes, yo puedo
voy diciéndote y diciéndome
por las calles donde soy
persona anónima siempre.
No soy de ningún pariente
ni hija de padres que sean
dueños de mis pensamientos.
Yo soy una mujer libre,
una estrella que alumbra,
soy el rayo y la tormenta,
soy el sol y el firmamento.
Soy tanto que no me calmo,
narcisista y siempre alerta
porque los demonios andan
cerca y ya se acercan.
3
¿Te dejas hundir otra vez?
No has aprendido la lección
de las mujeres que en silencio
se apartan del hombre dolor.
Tú puedes volar en paralelo
sin dejar que salpiquen tus alas
las gotas de lluvia que echa
ese pájaro de vino borracho.
Aparta tus oídos de sus cantos
llenos de Semana Santa.
No debes escuchar el quejido
de esa María de la O pensando.
4
Descubres tu soledad
y yo te digo que tienes
un abrazo a ti misma
que no te pide un cheque
ni te dejará el día
llamado Aburrimiento.
Tú te tienes a ti misma
¿Para qué quieres más gente?
Eres la que está siempre
mirándote en el espejo.
Dime y dite sonriendo
que te quieres, compañera.
Eres un uno en uno,
el número más perfecto.
5
Hoy la vida ha sido
un poquito rosa
mirando un catálogo
que nunca compras.
Hiciste un paréntesis
entre largas tormentas
de rayos que temieron
tu ira ardiendo.
¡Qué bien se vive
siendo más alegres!
No debes hablar más
de lo que hiere.