No me hables, no me digas,
quiero silenciar mi nombre,
borrar mi olor y mis huellas,
decirme que fui fantasma,
nunca jamás yo persona.
Quiero dormir en el sueño
de haberme soñado sola,
en un verso que no rima,
en una frase viuda.
Calla, por favor, no sueltes
puñales por esa boca.
Hoy no puedo escuchar
vinagre para mis rosas.
Hoy sólo puedo regarme
con vocales y las otras
letras de un abecedario
fuente para escaleras
que me recorren en folios.