Dejo su vestido de novia
en una corta minifalda
con los brazos sin vestido
y la mangas remangadas.
Nadie esperaba sus piernas
desnudas hacia el altar
ni el escote victorioso
que los hacía pensar.
El cura dijo sí quiero,
el novio no quiero más,
el padrino maldecía,
la madrina esperaba,
la que era madre callaba,
la hermana no decía,
un hermano se calló,
otro hermano tuvo hipo.