Cruzó el estrecho un día
y encontró en el desierto
una novia piel canela
a la que juró amor
besando cada palmera.
Anocheció a su lado,
a su lado se hizo viejo,
amaneció y no estaba,
sólo había sido un sueño.
Dormía con el pijama
bordado por unos dedos
que nunca habían sido
color canela y leche.
---------------