La estatua rompió en dos mitades
dejando la Venus sin cabeza
y quedó un manto de silencio
abrazando a la herida de piedra.
Cuatro manos unieron cuatro trozos
hasta que el pegamento quedó
besando la piedra en su rotura.
Nada supo el escultor famoso
del desastre de la mujer sin rostro
que cinceló con cara de esposa.
Nada supo el comprador de arte
que dejó en caja sus ahorros
por un trozo de mármol herido.
---------------------