1 No sé si existes o si no estás, o eres un probablemente Dios no existirá. Quiero creer que existes como un Nacimiento al borde del camino del empadronamiento. Quiero creer que estás esperando a los Reyes asomado en ti a alguna promesa. Quiero creer, probablemente, que aún pierdes tu tiempo buscando mi estrella. Quiero creer que existirá un día para iniciar nuevos caminos lejos de los viejos desiertos. 2 Eu quixera ser a estrela que guía os Reis ata ti. Eu quixera levarche a multiplicación de ti e máis eu nun fillo dos dous. Eu quixera crer que todo é posibel; o Nadal é certo, a Virxen existe, San Xoxé nos oe, o Neno é de Deus. |
sábado, 19 de diciembre de 2009
C/G: Navidad 2009-10: Quiero creer
sábado, 5 de diciembre de 2009
Navidad 2009: El oro del sí quiero
1 Navidad barata en turrón y mazapán, escasa de marisco, con un niño que llora igual que el otro Niño. Los Reyes son tan pobres como un triste destino y matan un camello para hacer un guiso. Tan lejos queda todo, tan cerca el abismo. No hay una muñeca. No hay un cochecito. Apagan los anuncios de juguetes prohibidos y entonan al niño de nana un villancico. 2 Baltasar y Melchor no son papá y mamá. Duerme, niño, y despierta cuando llegue Gaspar. Baltasar y Melchor te traerán carbón si no te duermes ya. Duerme, niño, y despierta cuando llegue Gaspar. Baltasar y Melchor te quieren regalar la luna de los cielos y una estrella de mar. Duerme, niño, y despierta cuando llegue Gaspar. 3 Le pinta a su hijo un pesebre en papel salido del periódico del día 26. Mira, niño, tú mira, qué pobre era Él. De compañía un burro, la vaca y el buey. El pesebre de paja sus padres sin tener dodotis ni dinero para darle café. Su hijo le escribe una carta a un Rey pidiendo tantas cosas que rompe el papel. 4 Se arrancan los anillos desnudando los dedos y corren al empeño del oro del sí quiero. Viene el 6 de enero. Su niño espera tanto, tantísimo espera, de las tres Majestades que llegan de Oriente. Viene el 6 de enero. Con los dedos desnudos le entregan los presentes secando con sus risas las lágrimas que beben. |
lunes, 16 de noviembre de 2009
Una hoja en vuelo
1 No me preguntes por mi pasado ni interrogues este momento. Yo soy la hoja caduca que nace y marcha marchita en septiembre. Nunca abracé el árbol más que al nacer en primavera. Recoge el cuestionario, por favor, y acepta... mis vuelos. 2 Intento detener el reloj y retenerte en cada beso. Intento emborrachar tu piel al filo de la voz de mi deseo. Intento robarle a un instante la felicidad que hoy siento. No quiero despertar esta noche y decirte que yo soy... un sueño. 3 No me encaja tu pieza en mi puzzle ordenado sobre mi acantilado. No cabe tu maleta dentro de mi armario. No sé dónde poner ese ramo de flores que inunda mi casa. No busques calendarios para marcar el sábado del vestido de cola camino del altar. Nuestro amor tiene fecha de yogur caducado. Lo tomas o lo dejas, lo dejas o no está. 4 Yo arrojo los relojes al vacío de las horas y tú buscas una brújula para ponerte en mi ruta. ¡Déjame en paz! No resisto las preguntas, el anillo que me ata a un libro de familia, el proyecto de un hijo. Yo soy libre. Tú yo yo para ti somos un conjunto indivisible, para mí seguimos siendo dos impares divisibles en número par impar. Quiero volar. Deja suelta mi cometa para poder regresar. Precio: 36 euros |
jueves, 5 de noviembre de 2009
Un brazo sin pan
1 Eran tantos que dejaron la mesa vacía con las miradas. Encogió el pan. Marchó el agua. Alguien recordó el vino que faltaba. Nadie habló de carnes. Callaban. Quedaban. Miraban. El blanquísimo mantel era una pista de nieve para los cubiertos. Un niño hizo un trineo con dos tenedores. Los viejos rezaban. Se levantó la mujer y multiplicó los platos. Comieron. 2 Cayó enterrado entre los brazos. Había muerto. Un "señor" había muerto. Se abrió el Cielo. Dios, la Virgen, los santos, el mismo Jesucristo lo acogieron. Ya estaba en el Cielo. Abrió los ojos a la vida eterna y tuvo miedo, mucho miedo, infinito miedo. No había criados en el Reino. Lloró por ellos. 3 El niño conoce por primera vez la pobreza en su cara y la madre descubre un brazo sin pan. Señala el niño la tela zurcida y dice la madre: bordados, mi amor. El niño descubre los pechos sin leche y le cae lluvia de quien lo parió. Señala el niño dos grifos abiertos bajo las dos cejas castañas marrón. No lloro, mi niño, es la emoción. 4 Le reza a Dios con los dedos en silencio y el alma en oración. Es cierto que Dios existe, así lo dice una flor. Mira en si y sólo encuentra Fe en su gran Creador. Dios lo quiere, sea dicho, pobre, sencillo, un dolor. Bienaventurado es él enchido de tanto amor. Mira qué flores, los árboles, ese prado tentador, un pájaro que le trina, margaritas sí o no. Tanto Dios le ha regalado que no le pide calor. ![]() CAMISETA TÚNICA PRECIO: 12,74 EUROS ES UN PRODUCTO DE: |
viernes, 9 de octubre de 2009
Momentos
1 Hiciste un alto en tu guerra y quedaste pintado en el lienzo de tela. El mundo era bello. Un árbol hacía de paraguas verde. El caballo lamió tus botas buscando una vaca muerta. Tú seguías perdido en tus pensamientos. El mundo era bello. 2 Desnudan el mar con su desnudez retando a las olas a quedar de pie. Uno y dos son tres. El primero nada, el segundo mira, el tercero toca la tierra que pisa. Uno y dos son tres. Las olas rehuyen al trio infantil temiendo ataudes de nieve comer. Uno y dos son tres. 3 Iban a caer con un padrenuestro rezado por monjes "no me matarás". Iban con el alma libre de pecado hacia el más allá. Iban al abrazo del Cielo infinito con la puerta abierta en un paredón. Iban tan despacio que uno gritó: aquí yo espero un tiro de amor. 4 Se amaron hasta morir en el último intento de hacerse esposos delante de Dios. Hoy los llora la suegra, y la abuela, y la madre, y una vecina que los comprendió. Hoy derrumba su cuerpo la amiga del alma sobre el ataúd. Parece imposible que acabe una boda en la última celebración. |
jueves, 1 de octubre de 2009
Los días que amé
1 El último sitio y la soledad son el abrazo del pasado perenne. Fueron ellos... Ahora otros viven un capítulo idéntico. Quisiera gritarles desde sus fragmentos, decirles que se acaba con la página triste el último beso. Se van... Ya no puede teñir su cielo azul con sus nubes negras. Calla... y se va arrastrando su equipaje tras ella. 2 Ya no se siente la misma mujer, ni nunca fue ésta que el espejo ve: un fondo de armario estrenado en nuevos vestidos iguales a los que vistió. Derrumba su yo al pensar en él. No existe. No está. ¡Qué duro es perder! Agarra el espejo y se rompe en él dejando un río corriendo a sus pies. 3 Sólo le queda la paloma lenta de la libertad, y le pone alas, y la hace volar. ¿Qué importa el precio si vuela sin más? Arriba, arriba; ¡Ay que se me cae! Viene un avión y une una ala al ala metal. Ahora su vuelo es como silbar: muy fácil, muy fácil, y más lo será. 4 Se refugia en el parque donde hablan los recuerdos. han pasado pocos años. han llovido muchos hechos. Pasea el escenario donde vivió los momentos que huyeron como el viento en su último recuerdo. Él se fue. Nada le queda. Es un cero que no encuentra una cifra a su derecha. Es viuda de sus sueños. |
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Te quise a morir
1 Yo te quería cuando Casanova habitaba en ti. Eras un velero anclado en mi playa los martes y jueves, y no me importaba tu ruta los días lejanos de mí. Llenaba tu ausencia con besos de otros, llenabas mi ausencia con otros aromas; libertad me dabas, libertad te di. 2 Quisiera recuperarte un martes, un jueves en él que amé. Te quise a morir. Fuiste mis suspiros, la meta, la vida, hasta el porvenir. Te quise a morir. Yo quería un barco de idas y vueltas, la vela sin nombre, el puerto en mí. 3 Prefieres el mantel y la somnolencia a la vida loca que yo te ofrecí. Yo quería todo, menos una llama en la chimenea, no quería álbum, prefería el monte, los días de risas, champán y placer. Yo quería el brillo de mi estrella rota en el alto cielo subido a ti. Yo quería tanto, tanto, tanto, tanto, que todo perdí. 4 Ya no eres él y yo sigo siendo la que conociste cuando me inicié en las malas artes que jamás dejé. Sigo disfrutando sola los naufragios durmiendo arropada por versos iguales, dejando el reloj clavado en las seis. Cambio las chaquetas, pongo otro jersey, tejo con mis dedos fuera del papel. Te busco y encuentro él que no busqué. |
lunes, 31 de agosto de 2009
Mi reverso en tu certeza
1
Me pintas tan distinta, tan idéntica al reverso que no puedo decirle a tu cuadro: yo soy ésa.
Esas manos no son mías, ni lo es el continente. No reconozco mi risa en los labios que me dejas.
Llenas de oro mi bolso hasta ponerme una mina en la cartera que canta coplas con la calderilla.
No, amor, yo no soy ésa con cara de Mona Lisa. Tampoco soy por la noche el Leonardo que pinta.
2
Mi cielo es tu cielo, y el suyo, y el de ellos. Tantos cielos como infiernos tú y yo estamos viendo.
¿No descubres una nube en el rayo que calienta? Mira, mira, esas gotas que arrastra la corriente.
Allí van en un rosario nadando los padrenuestros de quien ora al que escucha sólo las plegarias verdes.
Van hacia el mar de la nada Donde el cielo es un infierno.
3
Estaba escribiendo un guión idéntico a la fantasía que tienen mis versos.
Llegaste, venciste, te hiciste el dueño de ella hasta convertirla en mujer-juguete.
Mírale el cuerpo. No huele a hembra. Es nada, mi nada, un juego de pobre poeta.
Agarras los folios. Acabas creyendo. No sé si soy Cristo o la Magdalena al verte entregado a mis Evangelios.
Me pides más prosa, más letras, más texto.
4
Buscas y rebuscas y te montas una moto.
Son las ruedas las que corren los más veloces kilómetros, el viento es gasolina, los neumáticos colchones.
Dicen que hueles incienso cuando rugen los motores y aquella que se acerca o es monja o es hombre.
Saltas una autopista porque has visto una paloma. Frenas lamiendo el semáforo rojo fuego, rojo carne, rojo... ¿hombre?
|
lunes, 24 de agosto de 2009
Soy la que no ve el espejo
1 Casi me atrevo a hacerte una proposición que dicen indecente. Hoy soy llama. Tú desierto. Mi cabeza se incendia con el viento. Ya me atrevo. Tú respiras mi aliento y no crees que la nieve tiene fuego. No pensabas que yo fuera Magdalena. Ahora crees, y despiertas, y me miras, y te dejas. 2 He soltado la melena sobre tu cuerpo desierto hasta que la noche es día y el día un nuevo encuentro. Soy la que no ve el espejo, un volcán, un gran incendio. Te derrito, me supero, voy y vengo como el viento. No preguntes, calla ahora mientras no me arrepiento. 3 Mañana me vestiré con el traje seriedad. Hoy no lo tengo. Sólo emana de mí el fuego, los decibelios rompen el techo dejando los ladrillos al rojo nuevo. Me miras, me descubres, te aterras al tenerme. Soy la otra, la malísima, ese yo que llevo dentro. 4 Me emborracho de ti hasta agotar la sed con tus abrazos. Eres como el champán en Navidades, una cerveza en el verano, un tinto en agosto, la horchata. Haces posible el imposible oasis. |
viernes, 31 de julio de 2009
Sin nombre
1 Un día desperté y no tenía nombre; era una cara, un cuerpo, el silencio... No tenía nombre. Seguí despertando al oír el nombre tirado en dos sílabas: ésa, como si yo fuera una mala cosa. 2 Quise gritarle que yo era el árbol que gemía prosa, un verso abierto, el cáliz de otro, la que no gatea nunca en la alfombra. Yo era las letras. Yo era mi sombra. Era un relato de un mes de agosto que lleva mi sangre clavada en mi nombre. Las gotas del árbol que unen mi rama a una rama suya donde sólo llueve agua que es lluvia. |
jueves, 16 de julio de 2009
C/G: La misma respuesta
1 Te quiero hasta morir en tu ausencia, vivir en tu vida, dormir en tus sueños. Si no estás, muero. Si estás, me acerco al cielo del mundo en un solo beso. Tocarte es sentir en cada caricia el fuego por dentro. Mirarte es leer la misma respuesta en tus ojos negros. 2 Non podes maxinar o moito que te quero. Se estás, afogo. Se non estás, quento. Máis preto de ti morro no intento, máis lonxe xa choro por non terte preto. Non fuxas de min, fica a miña beira. |
jueves, 9 de julio de 2009
Sola
1 Sola. Me emborracha la palabra. Sola. Soy un número impar, divisible por uno, por él me multiplico, dividida soy una. Sola. Es como un martillazo. Sola. 2 He elegido el número impar cuando huí del número par. No quise un cepillo de dientes haciéndoles sombra al cepillo que limpia mis dientes. Le cerré la puerta al mundo por fuera y entablé un monólogo entre mis paredes. Un día el espejo me dijo muy serio: se acerca el otoño tras la primavera. |
lunes, 29 de junio de 2009
La aventura de tu descubrimiento
1 Me lancé a la aventura del descubrimiento como Colón emprendió el salto hacia América. Navegué por tu cuerpo hasta alcanzar la meta, rocé todas las islas, caí sin juramentos. Tú no tenías nombre de dueño de mi cuerpo, igual que no tenía yo anillo en mi dedo. 2 Caíste en mi cama hasta perder el nombre de tu ex a mi sombra. Desperté con los pájaros que cantaban temores cuando el reloj decía pasaron cuatro horas. A mi lado dormías agarrado a la alfombra con la cara del niño que perdió un partido importante de fútbol. Casi me diste pena porque yo no pensaba repetir otra noche. |
martes, 23 de junio de 2009
La gota de lluvia que bebe más sed
1 He aprendido lo peor acostada a tu sombra hasta el amanecer. Yo era la pureza del agua, la gota de lluvia que bebe más sed. Ahora soy inicio de tormenta barriendo con mis rayos, como te vi barrer, las cosechas ajenas para nadie comer. 2 Preparas las vacaciones con la tranquilidad del perro que se va dejando viuda atrás. Sabes que has prohibido heredar tus camisas al firmar usufructos sobre todo el ganchillo. Ni siquiera me dejas un día más tranquilo que los que nos pintaste de color amarillo. Te vas y quedas vivo en mi vestido negro durante otro siglo. |
miércoles, 17 de junio de 2009
Mi nuevo trabajo
1 Mi nuevo trabajo es la diversión de escribir correos con un traductor. Yo les he jurado dominar inglés, algo de alemán, un poco francés. Iba a prometer chino e italiano, pero nuestro jefe dijo vale, vale, mañana empiezas a hacer las prácticas. En ello estoy: practico la maña del corta y pega, escribe y engaña. 2 No te voy a confesar que hoy he pecado igual que ayer, y pecaré mañana. Ven y manchate conmigo en mi pecado. Habla inglés, amor, francés, lo que haga falta. Pon en el currículum políglota por Harvard. Atrévete a triunfar con la trilera de las mañanas, ésta que ama igual que nada tras las tortugas de los acuarios. Conmigo alcanzarás los puestos altos sobre las viejas parras. 3 Me ha llegado una protesta seria y estoy temblando. Una vieja inglesa dice que no entiende el inglés castellano. Le dije mucho sorry en una carta para que no pierda mi seria empresa a la mejor clienta de la Gran Bretaña. Lo siento, amiga british, soy una pobre que hace prácticas. 4 Vives entre el amor que te toca el corazón y la obligación de honrado ciudadano español. Yo sé que quieres encarcelarme y venir conmigo a pintar los barrotes con el mismo llanto. Ya te imagino gimiendo a mi lado por champú de marca, frunciendo el ceño al ver un mal rancho, diciéndome nena, ¿por qué escribiste tanto en italiano? Veo tu dolor por los empresarios y tiro a tus brazos todo mi cansancio. Yo soy la leona. Tú eres el gato. |
sábado, 13 de junio de 2009
Y Eva despertó
1 Despertar es tocar el cielo en un tocinillo de flan. Despertar es abrir los ojos al finito mundo del más acá. Despertar es clavar los pies en una alfombra de flores. Despertar es contar los números en la cifra de la necesidad. Despertar es abrazar el amor en la ausencia del amor de Adán. Despertar es encontrar a Dios de albañil del señor medieval. Despertar es divisar enemigos en la línea del fuego más amigo. Despertar es dejar de soñar con los lazos del regalo imposible. 2 Eva despertó, tocó su cuerpo, recorrió las manos con el pie izquierdo, exploró la luna, añadió un cero, sintió la cartera vacía en el peso, arrastró el bolso, encontró los restos. Le quedaba nada, el hueco, el miedo. Eva despertó fría en el abrazo de sábanas blancas desiertas de camas. Le quedaba el reto de hacerse más mala. Eva despertó y era una estatua con la antorcha ardiendo entre pecho y espalda. Le quedaban ganas para reinventarse, arrancar costillas, reclamar un pazo, abrirse en un libro, alzarse en un rayo, ser ella la Reina entre las vocales. 3 A los Adanes les abre la cartera y les juzga el corazón. Ésa es Eva. A las serpientes les valora la piel para un chaquetón. Ésa es ella. A los manzanos les cuenta las manzanas para venderlas caras. Ésa es Eva. Al paraíso nunca le pone puerta: lo deja abierto para el pasen y entren al mundo de las flores espinadas con néctar. |
lunes, 1 de junio de 2009
Eva subida a su yo
1 Eva se descose al llegar la noche y queda desnuda mostrando el rostro libre de pintura. parece imposible que una costilla hiciera su nombre. No huele a barro la boca que canta nanas a la luna. Las manos parecen dos acordeones pidiendo perdones. Sus pies son altares para las rodillas que nunca arrodilla. Subida a su yo contempla el desierto y arranca mis gritos. 2 Ella, que ha conocido el cielo, pasea el infierno por el sonrojo. No nace el maná, no caen coliflores, la lluvia no le llena el vaso de licores. Se arranca con las uñas la piel hasta dejar la carne sin colores. Ahora podrá atreverse y se atreve a morder la serpiente del odio. El veneno es el vino que acompaña los manjares nacidos de la tierra. Eva renuncia al postre porque mañana, tal vez, el plato traiga menos. 3 El infierno está en la despensa con un demonio instalado en cada hueco desierto. ¡Horror de mis horrores! El hambre entra como un carterista que roba carteras. Le clava los dedos a la última música de la calderilla y siente más miedo. ¿Dónde está Dios que no aparece? Se alza la injusta bandera del fuera de juego y Eva maldice con fuego a los millonarios que llevan sus euros. 4 Al fondo del charco no nada ni calla, no llora ni canta. Sale, cual sirena, surcando canales y alza el puño sin rosa en la mano. Ni Dios ni Gobierno, ni Adán ni ángeles, ella puede sola morir y matarse en este intento de tirar la valla. Eva se arrastra hasta las cloacas sembrando su fuego a golpe de azada. Le resbalan risas el frío, el hambre; aguanta erguida los truenos y rayos. |
martes, 26 de mayo de 2009
El regreso del postre
1 La ruina es lo único que define la mala situación. En el fuego no se cuecen las patatas con la coliflor. La despensa es tan amplia como el desierto los días de calor. Se apaga el frigorífico al sacarle el último chuletón. El teléfono los asusta con la voz del casero gruñón. Abren la ventana y ven el fin desde el se acabó. 2 Él se hunde en sus pensamientos y ella despierta de la depresión. Le tira el mandil al último plato y corre a peinarse con la ilusión. Del fondo de armario saca un vestido para disfrazarse de sé un montón. Llega a la entrevista con cara de niña y le pone nombre al enchufador. Esta vez funciona el papel currículum gracias a un enchufe que le da calor. 3 Empiezan a habitar los stocks la nevera gracias a un sueldo dividido en dos. El postre aparece tras el primer plato y es celebrada su aparición. Un día él encuentra una ocupación como hombre-chapuzas de un barrio mejor. Entonces mejoran el pobre menú con pescado fresco, carne y jamón. Vuelven a sentirse clase media los dos y van olvidando los tiempos de horror. 4 Las noches vuelven a ser noches llenas de amor, libres del frío que había entre pijama y camisón. No hay hielo caminando de la cocina al salón, ni llega un interrogante abriendo la preocupación. Se multiplican los besos entre palabras de amor; al olvido va pasando la última discusión. Miedo tuvo, ya no tiene, del fin de un sí pronunciado en una boda de iglesia, cola y vestidos blancos. |
sábado, 23 de mayo de 2009
Adán, querido Adán
1 Ha amado hasta el divorcio impuesto a un Adán creyente, después se fue pidiendo la custodia de Abel, su Abel. Un puñetazo en las nubes le tiró una sentencia de dos hijos, la condenó a la cadena del trabajo, la hizo esclava del salario injusto y los horarios a ella, a Eva. Respondió alargando la sonrisa desde un lunes a un sábado, pintando los labios con pimienta abrazando la pancarta del amor. Respondió prestando manos cenicientas, dejando un sueño en el balcón, subiendo los pies a los tacones, comiendo la ira con salmón. 2 Invitaría a cada visitante a visitar su cueva, le serviría vino, le daría un presente, pondría en cada mano viva una azucena, cantaría la nana de los días alegres. Les diría bajito un único consejo: marchad y alegraros por tener vuestro infierno. El cielo es un calvario con una cruz clavada marcando la rotonda de las felicidades. No dice nada dice, calla callando tanto, sella con sus sonrisas las piedras de su casa. 3 Se asoma a la cueva de su hombre Adán y siente que regresa el aire enamorado. Suspira por su nombre, respira por su casa, encuentra en su despensa lo que en la suya falta. Adán sigue inspirando los bordados que hace cuando arrastra la aguja por la hierba del campo. Le duele tanto amarlo como odia encontrarlo y sentir que levita con su nombre en los labios. 4 Adán, querido Adán, has sido mi veneno, sigues siendo mi mal. Amarte es perder, odiarte es acabar, tenerte y no tenerte es lo mismo e igual. No sé por qué te busco cuando ya acabó nuestra triste función. Tal vez porque en ti hallo inspiración para decir adiós. |
miércoles, 20 de mayo de 2009
Amor en tiempos de crisis
1 Pensábamos casarnos, un día de éstos, con dos mil invitados en la iglesia del pueblo. Yo iría de Pronovias, tú con chaqué prestado, los padrinos serían mi padre y tu madre, testigos del bodorrio iban a ser los primos más los cuatro cuñados que nos quieren unidos, los niños de las arras serían los sobrinos incluido el más chico. Pero vino la crisis, tu ERE, mi despido; quedamos a dos velas lamiendo el convite. 2 Abrázame como cuando eramos clase media. Tengo frío bajo esta luna que dicen de Valencia. Abrázame hasta hacerme olvidar a la señora Pobreza. Tengo miedo ante el rostro de un plato huérfano. Abrázame hasta hacerme soñar con un gran banquete. Tengo miedo al mirar la despensa y encontrarle los huecos. Abrázame como cuando el Primer Mundo era nuestro. 3 Hemos cambiado los cursillos prematrimoniales por excursiones al INEM a las ocho y media. Yo preferiría un café, pero aguanto de pie la cola con salero. Empiezo a tararear bajito la rianxeira y tú dices silencio. Cariño, no estamos en la iglesia. Aquí, en esta cola, puedo cantar rianxeiras. Para no molestarte canto un padrenuestro y tú más te me alteras. No te entiendo, amor mío, yo no entiendo tu paciencia, esa fe en el Estado para resolver problemas. 4 Tus besos me saben a muy pobres besos, los míos te saben a besos ardientes. Me pides más calma, que ponga el freno. Lo siento, amor mío, soy ciclón caliente y no será el paro quien frene mi fuego. Me pides que calle, que sea silente. Lo siento, amor mío, me pone la guerra, dar caña al Gobierno, maldecir al rico, defender a un pobre, gritar que me he vuelto la más anarquista de la piel de toro. |
viernes, 8 de mayo de 2009
Del silencio a tus labios
1 Sólo aspiro a la paz, al silencio, hasta odio el tic tac de los relojes por el miedo. Las campanas, el canario, el portazo, los tacones, esos pasos... No aguanto el ruido haciendo daño. Me refugio en las hojas que un día fueron árbol. No me hablan. yo les hablo. Plasmo letras. Voy pintando las palabras. 2 Quiera ser una hoja como éstas que terminan en mis manos, con pasado de hija árbol y futuro en tus ojos de pantalla. La ventana no sería una cárcel. Bajaría del silencio a tus labios. Quedaría en una rima pronunciada. No sería un temblor de día santo. 3 Hoy me corre y me recorre como un río la nostalgia. No resisto el reloj y me sobra el calendario. Esa foto que me mira es mi cara menos años. Una niña a mi espalda se me clava de retrato. De la radio encendida salen voces que me amargan el sabor de una manzana. Yo existo y no encuentro hoy mis pasos. 4 En mis manos se exprime el bolígrafo acabado. Ya lo tengo suspirando por el sueño que no acaba. Marchará, tal vez mañana, olvidando estos dedos, esta casa, en su viaje. He bebido en su tinta mis palabras. Ahora busco un gemelo bic que me acompañe. Ya lo tengo y araño con las uñas otro plástico. |
lunes, 20 de abril de 2009
En mi destierro
1 Miro el espejo en mi cara triste desarmado el andamio para otra vez pintar. Sólo cinco minutos estiran los pinceles por toda la fachada que hoy he de mostrar. Primero la fantasma inventada hace tantos años que nunca cuento voy yo a pasear. Más tarde caerán un racimo de nombres maduros al paladar. Llegará el retorno a los otros pinceles cuando caiga la noche por el reloj del sol. Cerraré la carrera en un ciclo indéntico al de ayer y anteayer y al que iniciaré mañana otra vez. 2 Prefiero mi destierro olvidada en papeles muertos bajo mi nombre destino no me acuerdo. Ellos no hacen preguntas hirientes como flechas, ni me dicen que calle cuando hablo en silencios. Prefiero esta calma con los relojes muertos a un murmullo de mimes y diretes. 3 Hago pajaritas con papeletas destino votar. No siento más patria que una libreta de saldo no hay más. Un avión papel vuela de mis manos llevando los nombres ajenos a mí. No me dicen nada los afortunados que piden mi voto sin nada pagar. 4 Cansada de mis cansancios sigo a la deriva en mi mar sin barcos. Aferro mi tabla, ya apolillada, y columpio el cuerpo más bajo, más alto. No me lleva el mar ni me deja el ángel caído en mis manos. Cansada, me arrojo a mis pesadillas para devorarme de angustia fatal. No me lleva el sueño hacia la mañana, más bien el ocaso me hace despertar. |